31 enero 2008

Ungüento para la hiel

Se aplica todas las mañanas después de bañarse y antes de acostarse, si de plano no aguanta la sensación viceral que se recorre a todos los rincones de su ser, ponga dos dedos de pomana justo en el ombligo, símbolo de desprendimiento del confort y bienestar, cierre los ojos y traiga a su mente los momentos de bienestar vividos.
Pero, ¡no lo olvide! ¡Señor!, ¡Señora! No hay mejor ungüento para la hiel, que el estado de ánimo con pequeñas dosis de risa ... Así pues, este producto tan escaso no se vería tan amenzado por los consumidores frecuentes de esta ciudad. En conclusión, ¡es mejor lamerse las heridas por sí mismo!