Cempasúchil

Circulaba por la avenida que da hacia Zapotitlán, en Tláhuac, rumbo por el que he vivido por 25 años y en donde, recuerdo que, por estas fechas, esta singular flor crecía sola “a sus anchas” pues en aquel entonces había aún basto terreno de siembra en esta zona que se podía considerar rural aún, la urbanidad la alcanzó y aquellas cosas que aún podía disfrutar en mi niñez se han transformado en “modernidad”. La sorpresa fue ver que en el límite del cerro del Molcajete aún hay terreno de siembra y la singular flor sigue brotando de la tierra y su comercialización es un buen negocio por estas fechas en las que la flor de cempasúchil es una de las protagonistas, aunque el resto del año sea considerada una “flor fea”.