A mi madre Martha León García

... Mamá, busca tu luz, fluye y expande tu ser en el universo. Te amo y pronto estaré contigo. Te dejo partir, aunque no haya un sólo día de mi vida que no estés en mis pensamientos, estás en mi corazón, habitas en mi, en lo que soy, en lo que me enseñaste. Te recuerdo con tu sonrisa y breve lágrima que de vez en vez mostrabas, contándome tus historias de siempre, tu carácter agrio y enojo constante, tal como eras y siempre luchando día a día, entregando amabilidad a los demás. Eres mi inspiración, mi más grande cariño, todo lo que compartí contigo: los tiempos buenos y malos son nuestra historia, con la que forjé todo lo que soy ahora. Hoy, tomo lo mejor de la historia y busco mi propio camino no sin antes agradecerte la vida. Me comprometo a vivirla con todo mi ser, sin miedo, sin apegos, con absoluto amor, entregándome a mis anhelos y a la gente que tengo a mi lado, aquellos con los que comparto la vida ahora. Entiendo que llegará el día en el que yo haga mi propio viaje y quiero hacerlo en plenitud, sin dejar nada pendiente, sin resistirme por querer completar lo que dejé para mañana, sin resolver mi rencor, sin decir lo que tengo que decir a tiempo y en total libertad de mi ser. Dale mis abrazos y besos a Don Cor, a quien gracias a ti tuve la fortuna de conocer y querer como a un amigo y padre, gracias a los dos por todo, me quedan tantas cosas valiosas que me heredaron, que desde hoy las viviré con agradecimiento, cerrando este cliclo trascendente de mi vida y dando mi absoluto agradecimiento a su memoria.